Nueva York.- El padre Rogelio Cruz, cuestionó el manejo y la credibilidad del gobierno con las ayudas a los damnificados en las provincias afectadas por las lluvias, riadas y derrumbes que se han producido a causa del fenómeno.
Describió el escenario como devastador con 15 provincias en estado de emergencia, más de 54 puentes colapsados, unos 17 muertos, y sobre todo, más de 30 días lloviendo, “hay que ver lo que significa todo eso”.
Preguntado cómo evalúa la respuesta del gobierno, respondió que “si te pones a comprar un convoy de 500 camiones que se envió a Haití, con uno o dos camiones que salen a veces de instituciones en casos muy particulares, ese manejo del estado es muy precario definitivamente”.
También critica la falta de prevención, poniendo como ejemplo el colapso del aproche del puente de Imbert en Puerto Plata, “que no se puede caer de la noche a la mañana, si se le da mantenimiento y no tenía que llegarse al extremo al que se ha llegado en el país en este momento”.
Denunció que hay senadores con vehículos que tienen sus fotografías, entregando ayudas a los damnificados.
El reverendo dijo que la situación de los damnificados es muy deplorable, porque la mayoría no están en refugios, sino en casas de parientes y amigos que los han recibido, “pero mientras están ahí, hay que pensar que los pocos trastes que tenían, lo mantienen enganchados en algún sitio, los hijos tienen que mandarlos a otros lugares, y sobre todo, vivir a expensas solamente de una condición, porque antes estaban por lo menos en un ranchito de tablas, pero se quedaron sin nada o perdieron lo poco que tenían”.
Recordó que como pobres en la extrema miseria, los damnificados vivían a orillas de ríos, arroyos y barrancos. “Eso es lo que ellos tienen como pobres, no les han dejado otra opción, en lo que siempre se llama la periferia, en los lados de la marginación y la pobreza”.
Dijo que “no tienen acceso para comprar una tarea de tierra ni la atención del gobierno. Además, hacen lo que pueden y donde pueden, porque no hay políticas claras y definidas que te impidan construir a orillas de un río, en terrenos con vocación agrícolas, donde un pobre hace un rancho, pero los ricos construyen mansiones en esos mismos espacios”.
Frente a acusaciones de algunos sectores de que busca capitalizar ese tipo de tragedias, respondió que “yo también soy damnificado y vivo en medio de la tragedia, porque si por estar al servicio de los pobres y defenderlos, y que las cosas lleguen a ellos, entonces acepto esa acusación y más”.
Preguntado por qué se define como un damnificado dijo “pero... ven acá, a mi ni en la iglesia me quieren”.
Sostuvo que lo que hace falta es un régimen de control.
“En República Dominicana, hay instituciones que podemos responder a una inseguridad que los donantes sienten de dar cosas, lo que es un gran sacrificio, que es el resultado de un esfuerzo y nosotros, les garantizamos que ese esfuerzo vale la pena”, dijo el padre, en entrevista el sábado con este reportero, mientras encabezaba un operativo de colección de ayudas, en la iglesia episcopal de la calle 179 y avenida Forth Washington en el Alto Manhattan, organizado por el denominado “Comité Contra el Fraude Electoral de Nueva York”.
El reverendo, que creó y preside la fundación que lleva su nombre y ejerce el ministerio en la iglesia Santo Domingo Savio de La Vega.
“La gente se está manifestando, que es lo más importante”, añadió.
“Este es un sacrificio grandísimo aquí en Nueva York, donde la gente sale de sus trabajos, compra lo que va a donar, desafía el frío y después... le dicen que la ayuda no llegó donde tiene que llegar es muy penoso”, señaló.
“Nuestro es trabajo es con los más desposeídos y no es solamente ir, sino estar presente junto a ellos. Esta ayuda irá directamente a Puerto Plata, La Isabela, Bajos del Yuna, Nagua y Gaspar Hernández”, explicó.
El padre Rogelio, que está armado con un equipo de cientos de jóvenes que lo siguen y apoyan, aseguró que su fundación cuenta con la logística adecuada para empacar y distribuir la ayuda.
“Nuestro equipo, inmediatamente divide los donativos, los empaca en fundas y los pone en el camión que va directamente donde tiene que ir, pero nosotros lo que hacemos es que detectamos a las familias más necesitadas, a las que se les da un ticket y tienen que ir a buscar la ayuda a un lugar determinado, para que ellos también hagan algo de esfuerzo por sí mismos”, agregó.
Nacionalización de la pobreza y la miseria.
El padre Rogelio dijo que su estrategia de “socializar” la pobreza y la miseria, por lo que su fundación prepara kits de alimentos, conteniendo 10 libras de arroz, 1 ¼ de galón de aceite, 1 libra de salami, 5 libras de habichuelas, 5 pica pica, 2 sardinas y artículos de limpieza para ser entregado a los afectados.
También jabón, Mistolín y otros productos de higiene.
Explicó que el kit tiene un valor de unos $25 dólares, equivalentes a unos $1.155 pesos dominicanos, por lo que acepta dinero en efectivo para que la institución que dirige haga la compra y así, los donantes, se ahorrarían tiempo.
“Con este kit, una familia de seis o siete personas, tiene comida para esa misma cantidad de días, porque está hecho para que se consuma en ese tiempo”, agregó el padre.
Fuente:Miguel Cruz Tejada
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