El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, durante un acto de campaña en Colorado,
Las Vegas.- El candidato presidencial republicano Donald Trump se enfrentará a un gran reto el miércoles, cuando se mida con su rival demócrata, Hillary Clinton, en el tercer y último debate, en una de sus posibilidades finales para revertir el curso de una elección que según los sondeos se le está escapando.
Trump se ha visto perjudicado por acusaciones -que él niega- sobre conductas sexuales indebidas hacia mujeres y preocupaciones por sus señalamientos de que los comicios están amañados en su contra.
El debate que se realizará en la Universidad de Las Vegas, Nevada, puede ser la última oportunidad del magnate inmobiliario neoyorquino para captar al decreciente número de votantes que sigue indeciso sobre por quién votar el 8 de noviembre.
"Este (debate) es importante (para saber) si Trump va a tener alguna posibilidad de volver a ponerse en carrera", dijo el estratega republicano Charlie Black. "Tendrá que hablar sobre los temas de manera efectiva y no caer en el barro, y necesita hablar sobre los empleos", agregó.
La jefa de campaña de Trump, Kellyanne Conway, reconoció que su candidato acude al debate, que comienza a las 21.00 hora local (0100 GMT), en desventaja.
"Es una remontada y lo ha hecho muchas veces antes en esta campaña", comentó Conway en Fox News, al tiempo que cargó contra su rival: "Hillary Clinton no ha sido capaz de acabar con él. ¿Cuál es su problema?".
Para Clinton, quien lidera los sondeos nacionales de opinión y en la mayoría de los estados más reñidos, el debate de 90 minutos ofrece una oportunidad para argumentar por qué ella es la mejor opción para suceder a Barack Obama.
"No puedo imaginar qué podría hacer de positivo Donald Trump o qué error podría cometer Hillary Clinton para cambiar el rumbo", dijo el estratega demócrata Steve Elmendorf.
Choque de personalidades
Es probable que ambos candidatos ataquen la personalidad de su rival.
La campaña de Trump se ha visto marcada por riñas personales y comentarios controvertidos sobre inmigración ilegal y minorías. Hace poco, instó a sus seguidores a patrullar los centros de votación en ciudades del interior para evitar un fraude electoral, al tiempo que intentó combatir acusaciones de que se sobrepasó con mujeres.
Por su parte, Clinton ha tenido problemas para dejar atrás la polémica suscitada por el manejo de correos electrónicos clasificados cuando fue secretaria de Estado entre 2009 y 2013.
"Tiene que ser capaz de contestar a las dudas sobre los correos electrónicos", comentó el estratega demócrata Bud Jackson. "Todavía no lo ha logrado, debería hacerlo mejor esta vez y esperar lo inesperado".
Los problemas parecen mayores para Trump tras la filtración de un video de 2005 en el que presume de haber manoseado a mujeres, asunto que ha lastrado su carrera hacia la Casa Blanca en las últimas semanas.
Esto le llevó a cargar contra lo que considera como un sistema político y mediático coludido en su contra, en un intento aparente de desacreditar el proceso antes de votar. Obama dijo el martes que Trump debería "dejar de lloriquear" y hacer sus propuestas a los votantes.
Los republicanos, que han visto a Trump dispararse en el pie una y otra vez, dijeron que el debate es una oportunidad para mostrarse como alguien presidenciable.
"Trump tiene que mostrar un argumento realmente sólido y dejar los ataques personales y dar la impresión de un comandante en jefe", dijo el estratega republicano Scott Reed. El propio candidato ha dicho que el debate es una oportunidad importante para hablar a los votantes.
El cara a cara incluirá discusiones sobre seis temas: deuda y subsidios, inmigración, economía, Corte Suprema, focos candentes en el exterior e idoneidad para ser presidente.
Fuente:Reuters
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