Es una conmovedora historia de amor que llega su fin, al menos en este mundo, y que muchos han comparado con la película “The fault is in the stars” (Bajo la misma estrella).
El joven Dalton Prager, de 25 años, murió el sábado por la tarde en el Hospital Barnes-Jewish de St. Louis, Missouri, a los 25 años, a causa de fibrosis quística. Su esposa Katie, quien padece la misma enfermedad terminal y estaba en cuidados paliativos en Flemingsburg, Kentucky, habló con él en sus minutos finales.
“Ella le dijo que lo amaba”, contó a CNN Debra Donovan, madre de Katie. “No sabemos si él la escuchó”.
Dalton había estado en la unidad de cuidados intensivos en un respirador durante aproximadamente dos semanas antes de morir.
La familia tenía la esperanza que una empresa de transporte trasladara a Dalton de Missouri a un hospital en Kentucky, para que estuviera cerca de Katie.
Pero su delicado estado de salud no se lo permitió.
Los jóvenes se vieron por última vez el 16 de julio, en ocasión de su quinto aniversario de bodas.
“Dalton enfrentó una batalla larga y dura con la fibrosis quística”, escribió Katie en Facebook. “Fue un luchador valiente y ‘darse por vencido’ no estaba en su vocabulario”.
El romance comenzó en internet, cuando ambos tenían apenas 18 años. Los médicos advirtieron a Katie que no debían conocerse en persona, pero ella los desoyó.
Dalton tenía Burkholderia cepacia, una infección altamente contagiosa para las personas con fibrosis quística.
“Le dije a Dalton que prefiero ser feliz -muy, muy feliz- durante cinco años de mi vida y morir antes que sea mediocremente feliz y vivir durante 20 años”, había dicho Katie. “Eso fue sin duda algo que tenía que pensar, pero cuando tienes esos sentimientos, simplemente lo sabes”.
Dos años más tarde, en 2011, Dalton y Katie se casaron. Ambos tenían 20 años de edad.
Katie contrajo la bacteria. Ambos recibieron trasplantes, pero también sufrieron complicaciones. Los médicos han dicho que a Katie no le queda tampoco mucho tiempo de vida.
El funeral de Dalton será el miércoles en Missouri, donde vive su familia.
El día antes de su muerte, Katie dijo a CNN que no se arrepiente de su decisión de conocerlo en persona. Todo el tiempo que pasó enferma o en el hospital lo compensa el tiempo que pasaron juntos.
“Me dio algunos de los mejores años de mi vida”, dijo. “Prefiero tener cinco años de amor y estar realmente completamente feliz antes que 20 años sin tener a nadie”.
Fuente:El Viralero
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