Madrid.- España dio un paso más hacia su tercera elección general en un año luego que el Parlamento rechazó el viernes por segunda ocasión el intento del presidente interino Mariano Rajoy de formar un nuevo ejecutivo y poner fin a ocho meses de estancamiento político en el país.
La investidura de Rajoy fue derrotada por 180 votos en contra frente a 170 a favor, mismo resultado que la primera votación del miércoles.
El Parlamento ahora tiene hasta el 31 de octubre para crear un gobierno o se convocará a nuevas elecciones, posiblemente el 25 de diciembre.
El Partido Popular gobierna el país de forma interina desde las elecciones generales de diciembre, tras las cuales no se pudo formar un gobierno. Lo mismo que ocurrió con los comicios de junio. El PP, de extracción conservadora, logró el mayor número de escaños en ambas citas, aunque sin mayoría, y no obtuvo los apoyos necesarios para superar la investidura.
Rajoy ha prometido seguir buscando apoyo en los próximos meses para intentarlo nuevamente. Otros líderes, como el secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, también podrían tratar de formar un nuevo ejecutivo.
Rajoy, en el cargo desde 2011, necesitaba una mayoría absoluta de votos en el Congreso de 350 escaños en la primera votación, mientras que una mayoría simple habría bastado el viernes. Sin embargo, en ambas votaciones sólo pudo obtener el apoyo de los 137 legisladores del PP y otros 33 de dos grupos más pequeños.
El presidente interino había presionado al PSOE, que cuenta con 85 bancas legislativas, para que al menos se abstuviera de votar y permitiera que se formara un gobierno de minoría. Pero Sánchez argumentó que su grupo, al igual que otros, nunca apoyarían a un político al que responsabilizan del alto desempleo, la corrupción política y severos recortes en el gasto en salud y educación.
Las encuestas de opinión indican que una tercera elección podría no producir una constitución parlamentaria significativamente distinta. También indican que la mayoría de los españoles se opone a la realización de otra elección y desea que los partidos lleguen a una solución.
La situación podría cambiar después de las elecciones regionales en el País Vasco y Galicia del 25 de septiembre, cuando los acuerdos entre las ramas partidistas locales podrían alterar las alianzas a nivel nacional y aliviar un poco la situación.
Las dos últimas elecciones nacionales dieron como resultado un Congreso muy fragmentado con el ascenso de dos grupos: la alianza izquierdista Unidos Podemos, que quedó como el tercer grupo más votado, y el partido pro empresarial Ciudadanos, que quedó en cuarto sitio. Estos sucesos pusieron fin al tradicional sistema bipartidista español, del PP y el PSOE.
España nunca ha tenido un gobierno de coalición y la élite política del país lucha con la idea de pactar acuerdos.
Fuente:AP
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