Madrid.- El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se sumió el miércoles en una guerra interna después de que un grupo de dirigentes dimitió en masa, en un intento por forzar la salida de su líder y poner fin a un bloqueo político que tiene al país sin gobierno desde hace más de nueve meses.
El pulso entre los socialistas, liderados por Pedro Sánchez, y el conservador Partido Popular (PP) -que obtuvo el mayor número de votos en las dos últimas elecciones generales, pero se quedó lejos de la mayoría necesaria para gobernar- ha frustrado hasta el momento los intentos de formar gobierno.
Pero la disidencia ha ido creciendo en el PSOE sobre si se debe seguir bloqueando los intentos del presidente interino Mariano Rajoy para encabezar un segundo mandato en minoría del PP.
El miércoles, 17 de los 38 miembros que integran la ejecutiva del partido presentaron juntos su dimisión en una maniobra para forzar la dimisión de Sánchez e intentar facilitar la investidura de un nuevo gobierno.
Tras la renuncia de dos miembros meses atrás y la muerte de otro, la ejecutiva del PSOE cuenta ahora con menos de la mitad de sus integrantes originales, lo que debería llevar a su disolución y dar paso a una gestora interina. Un congreso extraordinario debería elegir a un nuevo secretario general en las próximas semanas.
La mayoría de los analistas cree que la llegada de un nuevo líder allanaría el camino para que los socialistas permitan la formación de un gobierno en minoría dirigido por Rajoy, acabando con un estancamiento político que comenzó en diciembre.
Pero otros integrantes de la ejecutiva afirmaron que las reglas del partido no permiten un escenario así y que Sánchez sigue siendo su líder.
"En el PSOE se tiene que tener el respaldo de los militantes para dirigir. No caben atajos, ni artimañas, ni golpes", afirmó César Luena, número dos del partido, descartando que Sánchez ya no sea el líder y anunciando la convocatoria de una votación para que los militantes decidan.
Fuente:Reuters
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