Chelsey Russell y sus dos hijos.
Chelsey Russell se encontraba con su familia disfrutando una apacible navegación en el lago Powell, cuando escuchó un grito y salpicaduras.
Su hijo de 2 años, jugando con otro menor, había tropezado y caído al agua.
Sin vacilarlo, la madre de 35 años se lanzó al agua. Su hermano, quien se encontraba con ella, le siguió.
El barco se había mantenido en movimiento después que Russell se lanzó tras su hijo, y su hermano se dio cuenta de que estaba demasiado lejos de ella y del niño, dijo Rick Eldredge, sheriff del condado de San Juan.
El hombre cortó un bote que llevaban a remolque para alcanzarlos, y lo hizo. El incidente duró menos de 10 minutos, pero cuando llegó a su hermana, ella estaba inconsciente, con el niño en su pecho, por encima del agua.
“Ella estaba sosteniendo al bebé fuera del agua lo mejor que pudo,” relató Eldredge.
Aunque Russell fue conducida a la costa de inmediato, fueron vanos los esfuerzos por resucitarla, y falleció.
Los médicos indicaron luego que se trató de un infarto cardiaco. La mujer padecía de arritmia desde niña.
“Acabábamos de tener la semana más increíble, nuestra pequeña familia”, dio su madre, Trisha Hood, al Denver Post. “Es incomprensible cómo sucedió esto”.
El niño estaba en condición estable y trasladado a un hospital cerca de 200 millas de distancia, en Flagstaff, Arizona, como medida de precaución.
El sheriff dijo que ni Russell ni su hijo llevaban chalecos salvavidas. Son necesarios para los navegantes menores de 12 años, de acuerdo con Glen Canyon National Recreation Area. Es la sexta muerte en el parque nacional en lo que va de año.
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