Naciones Unidas.- El alto comisionado para la paz de Colombia exhortó el viernes a la misión política de la ONU que vigilará y verificará el futuro alto el fuego entre el gobierno y los rebeldes izquierdistas a que se instale en el terreno en las próximas tres o cuatro semanas, antes de que las partes alcancen un acuerdo definitivo de paz.
Sergio Jaramillo dijo a la prensa que la misión necesita instalarse lo más pronto posible porque su presencia "es una garantía supremamente importante" en el proceso del desarme de la guerrilla de las FARC.
Pero más allá de este punto, señaló, la misión de la ONU debe instalarse lo "más pronto posible" para que al margen de lo concertado por los negociadores en un acuerdo definitivo en La Habana, Cuba, ya se encuentre en el terreno "y podremos darles todas las garantías a los colombianos de que podrán votar con toda libertad" si aceptan o no el convenio.
"La misión ya debe estar instalada plenamente en tres o cuatro semanas", declaró Jaramillo.
El secretario general Ban Ki-moon dijo en un informe que el Consejo de Seguridad de la ONU dijo el viernes que la misión política funcionará en 40 lugares muy dispersos y serán necesarios unos 450 observadores y un número de civiles.
Señaló que 80 observadores ya se encuentran en Colombia y han participado en visitas a zonas locales donde tendrán lugar la separación de fuerzas y la deposición de las armas.
El acuerdo para la cesación del fuego prevé que los observadores provengan principalmente de países de América Latina y el Caribe, y Ban señaló que "en vista de los compromisos existentes, hay la certeza de que ése sea el caso".
La embajadora colombiana ante la ONU, María Mejía Vélez, dijo que la ONU tiene los compromisos de la mayoría de los países latinoamericanos así como de España, Francia, Canadá y otras naciones.
Las décadas de enfrentamiento de la guerrilla con paramilitares de derecha y las fuerzas armadas, han dejado más de 220.000 colombianos muertos, unos 40.000 desaparecidos y más de cinco millones de desplazados.
El 23 de junio, el presidente colombiano Juan Manuel Santos y los rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) suscribieron un acuerdo para un alto el fuego y el desarme de la insurgencia que puso al país a punto de poner fin a un conflicto armado interno que ha durado 52 años.
Los negociadores han alcanzado acuerdos en todos los puntos importantes, y Santos ha dicho en los últimos meses que está cerca la concertación de un convenio definitivo.
El mayor punto sin solución todavía es cómo procederá la ratificación del acuerdo y cómo se le blindará jurídicamente para que no sea desechado en caso de que un gobierno más conservador suceda al de Santos, cuyo periodo presidencial concluye en 2018.
Jaramillo manifestó esperanza de que las conversaciones concluyan "cuanto antes" pero señaló que "como se trata de una negociación, no se puede decir cuándo habrá de terminar".
El mes pasado, el máximo tribunal de Colombia aprobó el plan del gobierno de celebrar un plebiscito sobre el acuerdo de paz. Según Jaramillo, la ley de plebiscito dice que la votación debe tener lugar al menos 30 días después de la concertación de un acuerdo.
El informe del secretario general especifica el papel de la ONU en la verificación de la entrega de las armas, observación del alto el fuego, y coordinación de un organismo tripartita de verificación que incluye al organismo mundial, el gobierno y los rebeldes. No menciona la realización de actividades relacionadas con el plebiscito.
Ban dijo que un acuerdo pendiente pero importante para la misión de la ONU es la reintegración de los combatientes de las FARC en la sociedad.
Jaramillo subrayó que Colombia acumula tres procesos fallidos de paz, uno a mediados de la década de 1980, otro en 1991, y otro de 1999 a 2002.
Fuente:AP
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