El incidente en el Zoológico de Cincinnati en el que un gorila debió ser sacrificado para proteger a un niño de cuatro años que de algún modo logró ingresar al espacio cerrado donde están resguardados allí esos grandes primates ha desatado una intensa polémica en Estados Unidos.
Se ha discutido sobre si la decisión de matar al gorila para proteger al niño, que en un video se le ve siendo arrastrado por el animal, fue la correcta, si había otras alternativas, si las barreras que separan al espacio para los gorilas y los visitantes del zoológico eran adecuadas y si los padres del menor tienen responsabilidad por no haber evitado que su hijo entrara al recinto de los gorilas.
Pero es el último asunto el que, al parecer, ha resultado más candente.
Una expresión de ello es la petición en el portal Change.org para que se investigue y en su caso sancione a los padres del niño, alegando que no haberlo supervisado apropiadamente habría sido una conducta de negligencia que puso en riesgo al niño y se saldó con la muerte del gorila, de nombre Harambe.
Casi 350,000 personas han firmado ya esa petición.
El texto de la petición pide “Justicia para Harambe” y es una expresión del malestar que muchos experimentan por la pérdida del majestuoso primate, cuya especie se encuentra en peligro de extinción.
Pero también ha sido motivo de polémica el que la carga de responsabilidad se concentre en los padres, se afirme que ellos debieron haber reaccionado y prevenido que el niño ingresara al área de los gorilas y se cuestione con ello que la familia debe ser investigada para identificar si en su hogar existe conducta o prácticas negligentes que pongan en riesgo a los menores que allí viven.
El menor de algún modo logró evitar las barreras, cruzó un área de arbustos y cayó varios metros a un foso con agua dentro del área de los gorilas, en donde Harambe interactuó con el niño y lo arrastró por el lugar hasta que fue sacrificado, y el niño rescatado.
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