El actor que durante décadas divirtió a los niños de varias generaciones, Rubén Aguirre, conocido como el Profesor Jirafales, falleció el viernes 17 de junio a los 82 años. Por su personaje en la serie de televisión El Chavo del 8, creación del actor Roberto Gómez Bolaños, “Chespirito”, alcanzó fama mundial. En algunos festejos dedicados al magisterio se le consideraba “El profesor más querido de América Latina”.
En su caracterización del Profesor Jirafales perdía los estribos con las bromas de sus alumnos, pero también insistía en transmitirles conocimientos y valores. Sus enseñanzas eran sencillas pero contenían el mensaje de la superación.
La profesión de Rubén Aguirre fue de ingeniero agrónomo, pero su pasión fue la actuación y en particular la comedia con la que por más de 30 años, al lado del elenco reclutado por Gómez Bolaños, apareció semanalmente en las pantallas de televisión y fue conocido e hizo reír a millones de familias en todo el mundo.
El Profesor Jirafales encarnó un prototipo de persona comprometida con la educación y enseñanza de los niños y niñas. Por lo pronto se puede afirmar que no faltó a clases, no canceló sus lecciones para ir a manifestaciones, ni llevó a sus alumnos a la calle a gritar consignas y portar pancartas que no comprenden.
Aunque el personaje de Ruben Aguirre nació y vivió solo en la pantalla de la televisión, su desempeño y mensaje constituyen un modelo correspondiente con el que la vieja escuela mexicana puso en práctica hace muchas décadas, cuando se decía que los profesores eran apóstoles del conocimiento porque con sus enseñanzas llegaban a lugares distantes y ayudaban a la superación de los niños y niñas, en consecuencia de sus familias y comunidades y por extensión del país.
Siempre se ha considerado que uno de los ejemplos más importantes y que más influyen en la vida de los estudiantes, son los profesores y profesoras que les ayudan a encontrar su vocación y seguirla hasta superar al maestro.
La muerte de Rubén Aguirre es la de un actor que se lleva a su mejor creación, El Profesor Jirafales. Los niños y niñas de antes y de hoy, los que viven en La Vecindad lo van a extrañar. Fue un ejemplo, siempre acudió a su compromiso de enseñar, no les mintió, no los defraudó y en todo momento estuvo frente al grupo para dar la lección, con más certeza que paciencia, pero siempre con la intención de aportar un conocimiento.
Hoy destacamos al Profesor Jirafales porque miles de niños y niñas en Guerrero, Michoacán, Oaxaca y Chiapas, han sido abandonados por sus maestros y maestras, afiliados a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, (CNTE) que prefieren manifestarse en las calles de la capital del país a enseñar a los estudiantes los conocimientos que les darán acceso a mejores oportunidades en la vida. Esa que ellos dicen que está llena de incertidumbre y para la que deberían preparar a los estudiantes en el aula.
Fuente:Enrique Pérez Quintana
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