Washington.- La ciudad de Washington y el centro de la costa este de Estados Unidos se encuentran en alerta ante la inminente llegada de la tormenta de nieve Jonas, la primera del invierno, que traerá consigo fuertes vientos y que podría dejar más de medio metro de nieve en las calles de la capital estadounidense.
Se espera que Jonas llegue a la costa este el viernes y se mantenga activa durante el fin de semana, dejando cantidades de nieve que, de acuerdo con las predicciones de los meteorólogos, podrían superar el récord establecido en 1922.
Aunque la tormenta de nieve, que proviene del oeste del país, afectará a 14 estados del centro-este, se espera que los puntos más afectados sean las áreas urbanas de Washington y Baltimore, así como el norte de Virginia.
Es en esta zona donde el Servicio Nacional de Meteorología de EE.UU. prevé acumulaciones de nieve de entre 45 y 60 centímetros, una cifra que los meteorólogos de la CNN elevan hasta los 80 centímetros.
Si este fuese el caso, se establecería un nuevo récord de nieve para la capital estadounidense al superarse el actual, fijado en 1922 cuando se acumuló nieve en las calles hasta los 71 centímetros de grosor.
Esa ocasión, hace casi 100 años, es de trágico recuerdo para Washington, ya que alrededor de un centenar de personas murieron al derrumbarse el techo de un teatro por el peso de la nieve.
Fuera de las áreas de Washington, Baltimore y el norte de Virginia, se espera que otras grandes ciudades como Nueva York, Filadelfia y Boston también se vean afectadas por el temporal, aunque en un grado menor.
La tormenta se traslada desde Colorado (oeste), por lo que también están en alerta otros estados del centro y el este del país como Oklahoma, Arkansas, Kentucky y Carolina del Sur.
"La intensa nieve creará situaciones de peligro y será una amenaza para las personas y las propiedades. La movilidad de restringirá de forma severa y es posible que sea impracticable en el punto álgido de la tormenta", alertó el Servicio Nacional de Meteorología.
La acumulación de nieve y los fuertes vientos podrían causar la caída de ramas y árboles, y tener afectación sobre el suministro eléctrico como ocurrió en el invierno de 2010, cuando grosores de 60 centímetros de nieve dejaron a cientos de miles de residentes sin electricidad en el área de Washington.
Fuente:EFE
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